El cariño puede variar.

viernes, 25 de marzo de 2011
Siempre me he definido como una persona nada cariñosa, pero inexplicablemente estoy rodeada de gente  cariñosa
Hace dos semanas era casi imposible verme demostrando afecto a alguien, y ahora hay ciertas personas a las que cada vez que las veo necesito darlas un beso o un abrazo. No sé por qué, pero por algún motivo estoy cambiando, no sé si para bien o para mal, pero no voy a hacer nada para evitarlo.

Dieciocho de marzo.

sábado, 19 de marzo de 2011
Hay veces en las que tienes una persona maravillosa cerca y no te das cuenta, esa persona con la que hablas de vez en cuando, sin ni si quiera pensar en una amistad. Pero por alguna situación, empiezas a pasar más y más tiempo con esa persona, y llega un momento en el que te das cuenta de que esa persona es la que quieres tener a tu lado. No sabes como actuar, solo puedes dejarte llevar por el momento, y ahora,  el momento es él.

Ahora sí.

sábado, 12 de marzo de 2011

Solo hace falta leer alguna entrada anterior para darse cuenta de que no te he olvidado. Pero ahora, estoy más segura que nunca de que sí lo he hecho. Yo pensaba que volver a hablar contigo sería... no sé... una sensación como de que el corazón me da un vuelco, pero no ha sido así. Hablando contigo me he dado cuenta de que he madurado, ya no me importan tus juegos de niño pequeño.

Elegí.

viernes, 4 de marzo de 2011
Jugabas a dos bandas, y las dos hacíamos como si nada, seguíamos siendo algo así como amigas, ambas intentando autoconvencernos de que no tenías nada con la otra. Cuando hablaba contigo yo solía bromear sobre el tema, haciendo como que no me importaba, pero creo que era obvio que me comía la cabeza todos los días con ello. Me llegué a enfadar con ella por esa ‘guerra’ que teníamos, cuyo objetivo eras tú. No se ella, pero yo me cansé de todo eso. Tu no elegías, así que lo hice yo por ti. Desearía decirte que espero que seáis muy felices, pero lo siento,  soy incapaz de hacerlo.

Te quiero.

miércoles, 2 de marzo de 2011
No paro de decir que lo he hecho, que por fin me he olvidado de tí. Aunque mucha gente me diga que en realidad no lo he hecho, yo sigo insistiendo en que sí te he olvidado. Creo que ya es hora de dejar de engañarme a mi misma, y de intentar engañarte a ti también, porque la verdad es que no consigo olvidarte, y cada día dudo más de si quiero hacerlo o no. No lo voy a reconocer en ningún sitio, en ninguno más que aquí, y por lo tanto, no esperes que te diga directamente que te sigo queriendo, porque no lo haré. Creo que es mejor para los dos dejar las cosas como están.