468x60

Las vidas cambian.

sábado, 21 de mayo de 2011
¿Recordáis mi última entrada? Fue hace un mes y dos días exactamente. Puede que un mes no os parezca mucho, pero mi vida ha cambiado, demasiado. 
Ya no recuerdo lo que es ser feliz, feliz de verdad. Ahora, mi vida es dominada por los bajones constantes y a veces tengo la sensación de no tener control sobre mi vida. Puede que la mayor parte del tiempo, me sigáis viendo sonriendo, como siempre, pero si creéis que todas esas sonrisas son verdaderas, os equivocáis.
Cada vez me acepto menos a mí misma, más exactamente, a mi cuerpo. Estoy empezando a odiar eso de mirarme al espejo. Y siento que pocas cosas me quedan bien. 
Pero bueno, hay que seguir luchando y esas cosas, ¿no? Y de momento, no me voy a dar por vencida con mi vida. Seguiré intentando ser feliz.

No quiero desconectar de él.

martes, 19 de abril de 2011
Muchas personas tienen ya vacaciones, yo no, para mí empiezan mañana, mi problema es que no sé si alegrarme o no. Está claro que quiero olvidarme por unos días del instituto, pero solo quiero olvidarme de eso, de nada más. Pero me voy unos días a Asturias, y no sé si quiero o no. Llevo unos días con un extraño bajón que no se identificar, igual me viene bien desconectar de todo por unos días, pero no quiero. No quiero desconectar de él. Y cuando pienso en él me doy cuenta de que no quiero vacaciones, quiero ir al instituto, un día tras otro, y que lo primero que vea al llegar sea a él, esperándome con su cara de dormido de todas las mañanas.

Hoy es dieciocho.

lunes, 18 de abril de 2011
Hoy es dieciocho, y no un dieciocho como cualquier otro. Hoy hace exactamente un mes de nuestro primer beso. Lo recuerdo perfectamente, estábamos sentados en un sofá, muy cerca el uno del otro. Yo deseaba con todas mis fuerzas que me besase, llevaba esperándolo desde el primer día de esa semana, una semana en la que se convirtió en imprescindible para mí. 
Casualmente los dos teníamos un chicle en la boca, cuyo sabor había desaparecido notablemente, era inútil seguir masticando una cosa sin sabor, y él se levantó a tirar su chicle. Yo también quería tirar mi chicle, pero mi gran vagueza no me permitía levantarme de ese sofá. Entonces, las siguientes palabras fueron significativas. Recuerdo que mientras ponía mi chicle entre mis dientes dije '¿Me tiras el chicle?', y él me miró de una manera extraña, entonces continué hablando 'Pero, cógelo con la boca'. Acto seguido le tenía cerca, más cerca de lo que le había tenido nunca. Noté como sus dientes cogían mi chicle, y como sus labios rozaban los míos, con unos movimientos lentos y precisos.
Desde ese momento tengo una sonrisa que muy pocas personas consiguen sacar de mí. Porque él, es mi vida.



Felicidad.

domingo, 17 de abril de 2011
Últimamente no escribo nada aquí, pero estos días carezco de imaginación más de lo normal. Si os fijáis, es desde que estoy con él. En estos momentos soy muy feliz, no recuerdo la última vez que estuve así, y cuando estoy feliz, no me sale escribir, simplemente vivir el momento al máximo. Pero bueno, voy a intentar escribir más a menudo, me gusta hacerlo.

El cariño puede variar.

viernes, 25 de marzo de 2011
Siempre me he definido como una persona nada cariñosa, pero inexplicablemente estoy rodeada de gente  cariñosa
Hace dos semanas era casi imposible verme demostrando afecto a alguien, y ahora hay ciertas personas a las que cada vez que las veo necesito darlas un beso o un abrazo. No sé por qué, pero por algún motivo estoy cambiando, no sé si para bien o para mal, pero no voy a hacer nada para evitarlo.

Dieciocho de marzo.

sábado, 19 de marzo de 2011
Hay veces en las que tienes una persona maravillosa cerca y no te das cuenta, esa persona con la que hablas de vez en cuando, sin ni si quiera pensar en una amistad. Pero por alguna situación, empiezas a pasar más y más tiempo con esa persona, y llega un momento en el que te das cuenta de que esa persona es la que quieres tener a tu lado. No sabes como actuar, solo puedes dejarte llevar por el momento, y ahora,  el momento es él.

Ahora sí.

sábado, 12 de marzo de 2011

Solo hace falta leer alguna entrada anterior para darse cuenta de que no te he olvidado. Pero ahora, estoy más segura que nunca de que sí lo he hecho. Yo pensaba que volver a hablar contigo sería... no sé... una sensación como de que el corazón me da un vuelco, pero no ha sido así. Hablando contigo me he dado cuenta de que he madurado, ya no me importan tus juegos de niño pequeño.